jueves, 11 de febrero de 2010

The end, el principio de un amor

Un gran amigo el año pasado ofreció musicalizar su hogar con algún que otro recital de los tantos que tiene en su videoteca. Arbitrariamente y con casi total desconocimiento de la banda, le dije "poné el de Pink Floyd". Era ni más ni menos que el P∙U∙L∙S∙E. La idea de "musicalizar" murió tras los primeros instantes de ver lo que estaba sientiendo. Porque Pink Floyd no se ve ni mucho menos se escucha, Pink Floyd se siente y es un sentimiento tan pero tan puro que va más allá de cualquier cosa y que más de una vez me ha hecho lagrimear de felicidad, de emoción.

Una sabia persona supo explicarme: "Están los que entienden Pink Floyd, y los que no.", creo que eso lo dice todo. Y pensar que en uno de los tantos momentos ignorantes de mi vida los tildé de "aburridos". Errores, todos los cometemos. Lo único que sé ahora, es que estoy muy feliz por el notición que vi. Se trata de la vuelta de The End al Gran Rex y no sólo que vuelven con Durga MacBroom, sino que también tocarán con Guy Pratt y Jon Carin. Esto sería el 24 de Abril.

Les presento el lado interno (e inferior) de la puerta de mi habitación: con regla, escuadra, un lápiz y un marcador se pueden hacer cosas lindas.

4 comentarios:

  1. Me cago en esta garcha.... Me borro lo que escribí.

    Reitero

    "El mundo no seria el mismo sin Pink Floyd, porque.. es como que todo se relaciona con Pink Floyd, Creo que si no hubiese existido Pink Floyd, no hubiese existido el mundo"

    S.C.D Contemporaneo

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  2. Pink Floyd me chupa la pija.

    Que bueno te hiciste un Blog man, buena forma de exteriorizar cosas.

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